Hermano, en mi mente, aún vive el
Recuerdo que en la infancia viví contigo.
¿Sabes cuál es?, Esa vez que
Me enseñabas a montar mi primera ‘’bici’’, aquélla que
Me obsequiaste el día que cumplí un año más.
En ese entonces, yo la monté, pero tú me ayudabas a correrla.
Después, me habías dicho, que me dejarías solo.
Me decías que yo, como muchos en la vida,
Les toca recorrer su camino sin necesidad de ser llevados,
Como la silla lo hace con el impedido.
Mientras que pedaleaba, una piedra se topaba
En mi recorrido, ello me obligaba a bruscamente girar el manubrio
Y caer de la ‘’bici’’, quedando tendido en el piso con
Una herida que me hacía llorar.
Tú te asustaste, corriste en mi auxilio
Y diciendo unas palabras que nunca olvidaré.
Éstas decían:
-¡Hermano!, levántate del piso y deja de llorar.
¡Vamos!, que tu carrera por la vida, apenas comienza.
Escúchame algo, quedarse allí tirado y derramando
Dolor, no te va a remediar en nada lo que pasó; más bien
Lo que harás, será agravar una herida evitando su
Rápida sanación.
¿¡Ves ese camino que frente a ti está parado!?
Pues (…) sí, ése muchos obstáculos como éste
Te harán caer, pero si te quedas tendido como ahora lo estás,
Nunca verás cumplido el objetivo fijado.
Sé que la vida no es nada fácil,
Pero si posees fuerzas y mucha voluntad, verás
Abiertas grandes posibilidades, a través
De aquel largo sendero.
Llorar, ¡Ha!, eso no ayudará en nada hermanito,
Sólo provocar lástima y la burla de todos aquellos, que
Te van a tildar como un ''payaso llorón''.
Si te dejé solo, era para hacerte saber,
Que eres tan capaz de correr tu ‘’bici’’ por ti mismo.
Más importante fue, que supieras que no
Siempre estaré para ayudarte, aunque sí para apoyarte.
Tanto tú, como yo y muchos en este pasaje,
Estaremos enfrentando situaciones difíciles, pero si nos
Colocamos al frente y creyendo en algo,
Siempre existirá la justa perseverancia, por muchos
Golpes que nos podamos dar.
Hermano, vamos para la casa, ya es tarde y nuestros padres se preocuparán.
Allí, quiero que pienses en todo lo que te
Dije y mañana seas tú, el que se monte en la ’’ bici’’ para
Correrla sin tener ayuda-
Ya desde allí, yo iba para la casa y
Al llegar, me fui a mi cuarto para pensar en todo
Lo que me dijiste.
Al amanecer siguiente, había decidido
Por mis propios medios, agarrar mi ‘’bici’’ e irme
Solo a recorrer aquel camino.
Según me contaron mis padres, tú después de
Varias horas, me buscaste para salir pero ya no estaba.
Luego de ahí, que habías ido a ver,
Si la ‘’bici’’ estaba en su sitio, cosa que tampoco viste.
Entonces, fue allí, que me fuiste a buscar hasta
Donde en aquella ocasión, me enseñabas a correr la ‘’bici’’.
Nuestros padres también me contaron, que tú al verme
Te molestaste, pero a la vez que razonaste y recordaste, aquella promesa
Donde decías dejarme solo para aprender a montar mi bicicleta.
Hermano, la aprendí a montar y sin
Caer la corrí, por ese lugar que tenía entonces fijado.
Tú con cara de orgulloso, llegabas a donde
Estaba y me dijiste algo, que me hizo saber que sí podía
Recorrer mi ‘’bici’’ sin tener ninguna ayuda.
Y aquello fue:
-Hermano, ves que si pudiste hacerlo.
¡Qué orgulloso estoy de ti hermanito!
Viste, creer en un sueño, te hizo
Borrar todo ese temor, montarte en la
Bicicleta y aprenderla a correr sin
Que nadie te ayude.
Todo en esta vida es posible
Teniendo fe, confianza en uno mismo y sobre todo,
Creer en ese algo que se quiere como meta.
Tú lo hiciste y por eso, aprendiste a
Montar tu ‘’bici’’ y correrla, a través de ese difícil camino.
La moraleja de todo es, no caernos por
Nada y si lo hacemos, levantarnos con la mirada puesta
Hacia un brillante futuro.
¡Vamos hermanito!, y recuerda,
Que la vida es una y se debe disfrutar al máximo
De toda expectativa.
No olvides nunca, que del pasado
Sólo ganarás experiencia y así, afrontar a la misma vida
Con todo y cada uno de sus obstáculos.
¡Venga una abrazo hermanito!-
Desde ese momento, es que supe valorarme como
Persona y estar aquí hermano, contándote esta historia que junto
A ti viví y nunca voy a olvidar.
¡Gracias por todo mi gran hermano!
Recuerdo que en la infancia viví contigo.
¿Sabes cuál es?, Esa vez que
Me enseñabas a montar mi primera ‘’bici’’, aquélla que
Me obsequiaste el día que cumplí un año más.
En ese entonces, yo la monté, pero tú me ayudabas a correrla.
Después, me habías dicho, que me dejarías solo.
Me decías que yo, como muchos en la vida,
Les toca recorrer su camino sin necesidad de ser llevados,
Como la silla lo hace con el impedido.
Mientras que pedaleaba, una piedra se topaba
En mi recorrido, ello me obligaba a bruscamente girar el manubrio
Y caer de la ‘’bici’’, quedando tendido en el piso con
Una herida que me hacía llorar.
Tú te asustaste, corriste en mi auxilio
Y diciendo unas palabras que nunca olvidaré.
Éstas decían:
-¡Hermano!, levántate del piso y deja de llorar.
¡Vamos!, que tu carrera por la vida, apenas comienza.
Escúchame algo, quedarse allí tirado y derramando
Dolor, no te va a remediar en nada lo que pasó; más bien
Lo que harás, será agravar una herida evitando su
Rápida sanación.
¿¡Ves ese camino que frente a ti está parado!?
Pues (…) sí, ése muchos obstáculos como éste
Te harán caer, pero si te quedas tendido como ahora lo estás,
Nunca verás cumplido el objetivo fijado.
Sé que la vida no es nada fácil,
Pero si posees fuerzas y mucha voluntad, verás
Abiertas grandes posibilidades, a través
De aquel largo sendero.
Llorar, ¡Ha!, eso no ayudará en nada hermanito,
Sólo provocar lástima y la burla de todos aquellos, que
Te van a tildar como un ''payaso llorón''.
Si te dejé solo, era para hacerte saber,
Que eres tan capaz de correr tu ‘’bici’’ por ti mismo.
Más importante fue, que supieras que no
Siempre estaré para ayudarte, aunque sí para apoyarte.
Tanto tú, como yo y muchos en este pasaje,
Estaremos enfrentando situaciones difíciles, pero si nos
Colocamos al frente y creyendo en algo,
Siempre existirá la justa perseverancia, por muchos
Golpes que nos podamos dar.
Hermano, vamos para la casa, ya es tarde y nuestros padres se preocuparán.
Allí, quiero que pienses en todo lo que te
Dije y mañana seas tú, el que se monte en la ’’ bici’’ para
Correrla sin tener ayuda-
Ya desde allí, yo iba para la casa y
Al llegar, me fui a mi cuarto para pensar en todo
Lo que me dijiste.
Al amanecer siguiente, había decidido
Por mis propios medios, agarrar mi ‘’bici’’ e irme
Solo a recorrer aquel camino.
Según me contaron mis padres, tú después de
Varias horas, me buscaste para salir pero ya no estaba.
Luego de ahí, que habías ido a ver,
Si la ‘’bici’’ estaba en su sitio, cosa que tampoco viste.
Entonces, fue allí, que me fuiste a buscar hasta
Donde en aquella ocasión, me enseñabas a correr la ‘’bici’’.
Nuestros padres también me contaron, que tú al verme
Te molestaste, pero a la vez que razonaste y recordaste, aquella promesa
Donde decías dejarme solo para aprender a montar mi bicicleta.
Hermano, la aprendí a montar y sin
Caer la corrí, por ese lugar que tenía entonces fijado.
Tú con cara de orgulloso, llegabas a donde
Estaba y me dijiste algo, que me hizo saber que sí podía
Recorrer mi ‘’bici’’ sin tener ninguna ayuda.
Y aquello fue:
-Hermano, ves que si pudiste hacerlo.
¡Qué orgulloso estoy de ti hermanito!
Viste, creer en un sueño, te hizo
Borrar todo ese temor, montarte en la
Bicicleta y aprenderla a correr sin
Que nadie te ayude.
Todo en esta vida es posible
Teniendo fe, confianza en uno mismo y sobre todo,
Creer en ese algo que se quiere como meta.
Tú lo hiciste y por eso, aprendiste a
Montar tu ‘’bici’’ y correrla, a través de ese difícil camino.
La moraleja de todo es, no caernos por
Nada y si lo hacemos, levantarnos con la mirada puesta
Hacia un brillante futuro.
¡Vamos hermanito!, y recuerda,
Que la vida es una y se debe disfrutar al máximo
De toda expectativa.
No olvides nunca, que del pasado
Sólo ganarás experiencia y así, afrontar a la misma vida
Con todo y cada uno de sus obstáculos.
¡Venga una abrazo hermanito!-
Desde ese momento, es que supe valorarme como
Persona y estar aquí hermano, contándote esta historia que junto
A ti viví y nunca voy a olvidar.
¡Gracias por todo mi gran hermano!
