Mientras te miraba fijamente, pude detallar una de las miradas más lindas que jamás nadie se atrevió a ver en ti, ésta que tú ocultas tras una pañoleta de cristal con esmalte brillante.
Igual miré tu sonrisa, una linda expresión que muchas veces se ha visto opacada por esa tristeza incurable que posee este mundo, esa tristeza que con fuerza y belleza de tu sonrisa intentas borrar.
Nunca dudes de la belleza que tienes.
Recuerda que es la que se impone donde quiera que te encuentres, sino es así pregúntale a los luceros el por qué de su brillo intenso cuando ven tan bella silueta danzar, sino te convence la respuesta de esos luceros, entonces pregunta a la luna que a esos luceros rodea, ella sabrá decirte que su fabuloso brillo es porque jamás vieron tanta belleza caminar en una sola persona.
Lástima que no esté nadie para darte compañía en ese camino que recorres, pero nunca olvides que aquí tienes un amigo que te aprecia, estima y jamás, por mucho que intenten, no me alejarán.