En el nombre de Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, amén…
Perdóname, perdónanos.
¡Óyenos, Dios!, suplicamos
Tu compasión, tu cobijo, danos tu
Amor.
Quisiéramos de todo corazón,
Que esta unión que con toda el
Alma cuidamos nada la dañe,
Nadie la separe.
Sabemos del pecado cometido,
Pero somos humanos y como tales
Ante ti arrodillados, nos tomamos de
Las manos y rogamos tu perdón.
El momento de rectificar ha
Llegado, jamás es tarde para
Lograrlo y limpiar el especio
Que se ha manchado.
Yo que negué tu poder sobre
Toda vida, fue el error que hacía
Tiempo me dejaba marcado; aunque
Igual con tu paz me apacigüaste, usé
Mi verso para entonces confesarme.
A mi amada y a mí nos ocurrió
Algo que nos tuvo llorando, por lo
Que aprender de eso es lo que ha
Tocado, nosotros deseamos pedirte:
‘’Ayúdanos para que nuestro
Mañana nunca se vea opacado’’ con
Fervor lo imploramos.
¿Sabes?, la felicidad es el sendero
Que no se debe desviar, que tu guía sea
Esa luz que nos evite al fracaso llegar
Y por la sombra como espectros penar.
No queremos perder la dicha
De sembrar una bella rosa, ésa que
Con ilusión se proteja y muy
Fuerte crezca.
Escúchanos señor, que
No haya dolor, ni mucho menos
Nos empañe el rencor.
Hijo y del Espíritu Santo, amén…
Perdóname, perdónanos.
¡Óyenos, Dios!, suplicamos
Tu compasión, tu cobijo, danos tu
Amor.
Quisiéramos de todo corazón,
Que esta unión que con toda el
Alma cuidamos nada la dañe,
Nadie la separe.
Sabemos del pecado cometido,
Pero somos humanos y como tales
Ante ti arrodillados, nos tomamos de
Las manos y rogamos tu perdón.
El momento de rectificar ha
Llegado, jamás es tarde para
Lograrlo y limpiar el especio
Que se ha manchado.
Yo que negué tu poder sobre
Toda vida, fue el error que hacía
Tiempo me dejaba marcado; aunque
Igual con tu paz me apacigüaste, usé
Mi verso para entonces confesarme.
A mi amada y a mí nos ocurrió
Algo que nos tuvo llorando, por lo
Que aprender de eso es lo que ha
Tocado, nosotros deseamos pedirte:
‘’Ayúdanos para que nuestro
Mañana nunca se vea opacado’’ con
Fervor lo imploramos.
¿Sabes?, la felicidad es el sendero
Que no se debe desviar, que tu guía sea
Esa luz que nos evite al fracaso llegar
Y por la sombra como espectros penar.
No queremos perder la dicha
De sembrar una bella rosa, ésa que
Con ilusión se proteja y muy
Fuerte crezca.
Escúchanos señor, que
No haya dolor, ni mucho menos
Nos empañe el rencor.
Lo sentimos…