Oh, amada mía, tú eres el cielo,
Yo quisiera ser el hombre que te llene
De luceros, pido ser tu sueño,
Tu pasión, tu deseo.
Déjame cuidarte del dolor y
La melancolía, mi calor sería como
El escudo para cuando tengas frío, tu
Corazón estaría bien protegido.
Quiero con todas mis fuerzas
Amarte, estar a tu lado y nunca dejarte,
Hacerte sentir mi fuego con cada uno de
Mis besos.
Tu amor le dio nuevos bríos a
Mi alma, logró disiparle la soledad,
El miedo y el rencor, resurgió pues
Le diste valor.
Quisiera ser tu ternura y tu
Consuelo, darte mi mano y llevarte
Donde nadie te haga daño, sería tu
Ángel de noche y de día.
Yo pido tus caricias para saberme
En la vida y tus ojos que son los que
Reflejan mi alegría, tu aroma es el
Incienso de tu misma belleza.
De verdad estoy feliz, ya que tú
Ocupas lo que estaba vacío, borraste
Los lamentos de aquel lobo herido,
Me hiciste tuyo al salvarme del
Olvido.
Por eso tenerte es como algo
Bendito, tú me enseñas a amar, a
Entregar y mostrar mis destalles
Con mucha sinceridad.
Siempre me tendrás para ti,
Prometo que no vas a sufrir, juntos
Estaremos hasta dejar de existir.
Le suplico a Dios que me ayude
A luchar por lo nuestro, que la maldad
No se asome cual abismo del silencio,
Que él esté como mi guía, mi camino y así
Mantener este hermoso momento.
Te amo…
Yo quisiera ser el hombre que te llene
De luceros, pido ser tu sueño,
Tu pasión, tu deseo.
Déjame cuidarte del dolor y
La melancolía, mi calor sería como
El escudo para cuando tengas frío, tu
Corazón estaría bien protegido.
Quiero con todas mis fuerzas
Amarte, estar a tu lado y nunca dejarte,
Hacerte sentir mi fuego con cada uno de
Mis besos.
Tu amor le dio nuevos bríos a
Mi alma, logró disiparle la soledad,
El miedo y el rencor, resurgió pues
Le diste valor.
Quisiera ser tu ternura y tu
Consuelo, darte mi mano y llevarte
Donde nadie te haga daño, sería tu
Ángel de noche y de día.
Yo pido tus caricias para saberme
En la vida y tus ojos que son los que
Reflejan mi alegría, tu aroma es el
Incienso de tu misma belleza.
De verdad estoy feliz, ya que tú
Ocupas lo que estaba vacío, borraste
Los lamentos de aquel lobo herido,
Me hiciste tuyo al salvarme del
Olvido.
Por eso tenerte es como algo
Bendito, tú me enseñas a amar, a
Entregar y mostrar mis destalles
Con mucha sinceridad.
Siempre me tendrás para ti,
Prometo que no vas a sufrir, juntos
Estaremos hasta dejar de existir.
Le suplico a Dios que me ayude
A luchar por lo nuestro, que la maldad
No se asome cual abismo del silencio,
Que él esté como mi guía, mi camino y así
Mantener este hermoso momento.
Te amo…
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