Una carta de amor

El amor de mi vida eres tú.

¡Sí, llegaste!, me
Bajaste de aquella
Cruz.

¿Sabes?, ahora veo
La luz, ésa que nunca vi
Por estar en un baúl.

Recuerdo cuando apareciste,
Un Ángel te hacía compañía y éste
A su vez una nota me traía.

En ésta decía:
``Ella es el amor que Dios
Te envía para que tú le des
Mucha alegría.

Ámala, que ella es tu
Verdad, tu dicha y toda tu
Armonía’’

Después de eso, mis lágrimas
Cesaban, ya que mi sueño se daba
Y la tristeza de mí se marchitaba.

Para ese entonces, todo
Dolor se curaba, era como la
Lluvia que se calma para darle
Cabida al Sol limpiando mi
Alma.

Al final a tu lado me siento
Feliz, como para juntos en la noche
Dormir y así tu calor sea para mí.

Por lo que el frío de nosotros se
Alejaría, lo haría con la tétrica soledad que
A lo lejos se execraría, enseñándonos el
Futuro unidos cada día.

Mi corazón vuelve y renace,
Brilla como el lucero que te cuida, a
Tu sendero ilumina y a mí me regala
Tu bella sonrisa.

Déjame por siempre cuidarte,
Por lo menos para entregar lo que nadie
Quiso darte y así sepas lo mucho que
Voy a amarte.