Duele amar

Cuando me duele amarte, mi alma me pide
Dejar de pensarte, son como las lágrimas que mi verso
Viene a derramarte, por la simpleza de no poder
Siquiera borrarte.

Amada mía, ¿por qué me dejaste la vida vacía?
Acabaste con todo lo que en ella había, matando a mi
Corazón que por nadie más Latía.

Fuiste aquel amor que me ilusionó,
Ése que en la oscuridad me abandonó, al desaparecerse
Como la estrella que en el cielo se esfumó.

Soy un poeta sin sentido, camino por todas
Estas calles abatido, ando como el fantasma de la noche
Del olvido, vagando y con el sueño perdido.

Recuerdo cuando en mis brazos te
Cobijé, de tus labios un beso me llevé, quedándome
Aquella luz que miré y nunca olvidé.


Herido al ave miro
Afligido, ése de plumaje ya desvanecido
Y cantando al parecer entristecido.

De su canto le escuché,
Una nota aguda y tan triste, que con
Él entonces la canté.

Ella decía:

-Cómo se encuentra la armonía,
Cuando no se tiene ni una alegría, levantarse
De la cama y verla vacía, asomarse por
La mañana y llorar al amor que se tuvo un día-

Luego de eso, una carta me mostró,
Donde plasmado encontró, lo que su
Amada al irse le dejó.

De ella le leí:

-Nunca te amé,
Lo que demostré, fue algo
Que me inventé.

Ya sácate de la cabeza ese
Sentimiento el cual te desespera,
El que por las noches te atormenta y
A tu corazón sufriendo lo deja.

De tu lado no me quisiera
Ir, pero ya no quiero sufrir, ni
A ti tampoco destruir.

Odiaría saberte llorar,
Pero es algo que pudiste evitar,
Sino me hubieses llegado
A amar.

Perdóname y adiós…-

Luego me dijo, que ella se marchó
Y a su existencia a la vez marchitó, cuando
En su regazo solo quedó.

Al rato su vuelo levantó,
Dejando estelas de dolor, que a
Su sombra le manchó.


Así estoy, es lo que

Lo que soy y por lo que

Lloro hoy.

De verdad deseo odiarte,
Pero me es imposible, tú eres el
Corazón que dentro de mí vive.

Será que debo vivir
Amándote así, hasta dejar
De existir.