Padre, oh, Dios mío, ayúdame a no
Caer al vacío sin destino, quiero que me
Aconsejes por favor te lo pido, no me dejes
Perecer cual si fuese un barco perdido.
No soy católico ni tampoco cristiano,
Sólo un hombre muy cansado que ante ti
Viene arrepentido, dame tu amor porque
En verdad lo necesito, soy un hijo que
Busca tu consuelo.
Guíame cual maestro a su discípulo,
Ilumíname el escrito para que no se vea
Tan oscurecido, alíviame pues me siento
Muy afligido y así no vivir entristecido.
Quisiera aprender de ti lo que es la
‘’sabiduría’’, pudiera enfrentar el sendero
Sin perder la alegría, hubiera paciencia y
Armonía, la maldad aquí no tendría
Cabida.
Deseo un poco de tu fuerza para siempre
Seguir, suplico que no me dejes porque sería
Como morir, quiero que toques mi latir y
Seguramente podré ser sonreír.
Ante ti me humillo para que oigas lo que
Digo, permíteme cumplir el sueño prometido,
Pondré mi fe pues es el requisito, déjame luchar
Contra el enemigo pervertido.
Y ármame de valor para con poder y en tu
Nombre reprenderlo, estoy dispuesto y decidido
A no volver al lamento, voy contigo hasta el final
Si es preciso, hoy te ruego pues eso es lo que
Anhelo.
Señor, tú sí que eres mi salvador, eres el único
Al que sigo con fervor, la luz que sanó mi dolor y
Al que ciertamente yo quisiera pedir perdón.
Amén…
Caer al vacío sin destino, quiero que me
Aconsejes por favor te lo pido, no me dejes
Perecer cual si fuese un barco perdido.
No soy católico ni tampoco cristiano,
Sólo un hombre muy cansado que ante ti
Viene arrepentido, dame tu amor porque
En verdad lo necesito, soy un hijo que
Busca tu consuelo.
Guíame cual maestro a su discípulo,
Ilumíname el escrito para que no se vea
Tan oscurecido, alíviame pues me siento
Muy afligido y así no vivir entristecido.
Quisiera aprender de ti lo que es la
‘’sabiduría’’, pudiera enfrentar el sendero
Sin perder la alegría, hubiera paciencia y
Armonía, la maldad aquí no tendría
Cabida.
Deseo un poco de tu fuerza para siempre
Seguir, suplico que no me dejes porque sería
Como morir, quiero que toques mi latir y
Seguramente podré ser sonreír.
Ante ti me humillo para que oigas lo que
Digo, permíteme cumplir el sueño prometido,
Pondré mi fe pues es el requisito, déjame luchar
Contra el enemigo pervertido.
Y ármame de valor para con poder y en tu
Nombre reprenderlo, estoy dispuesto y decidido
A no volver al lamento, voy contigo hasta el final
Si es preciso, hoy te ruego pues eso es lo que
Anhelo.
Señor, tú sí que eres mi salvador, eres el único
Al que sigo con fervor, la luz que sanó mi dolor y
Al que ciertamente yo quisiera pedir perdón.
Amén…
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